El renacer de una ciudad

Christchurch, una ciudad devastada por el terremoto de 2011. Llego a la ciudad y empiezo a buscar las calles que me dirigen hacia mi nuevo hostel. Tomo la Gloucester Street y todo está destrozado, vallas que sujetan indicaciones de “No pasar”, “Peligro”, “Zona de trabajo”… Las calles están vacías y el cielo tapado con nubes de color gris, como si una tormenta se acercara. Me acerco a la intersección con Colombo Street y un grupo de turistas toman fotos, miro con detenimiento y se trata de la catedral de la ciudad, también devastada por el terremoto. Sigo mi camino y solo veo ruinas, carteles de cerrado por el terremoto y vallas que acordonan ciertas zonas. Descargo todas mis pertenencias en el nuevo backpacker y vuelvo hacia el centro de la ciudad. En los mapas de la ciudad está marcada la zona roja, la zona céntrica de la ciudad por donde no se puede pasar ni caminando ni en coche. A veces, incluso, para ir de una calle a otra cercana hay que dar una larga vuelta, ya que muchos de los accesos están precintados.

Catedral de Christchurch

Catedral de Christchurch

Muchas de las casas de la ciudad todavía tienen que demolerlas

Muchas de las casas de la ciudad todavía tienen que demolerlas

Edificio en proceso de demolición

Edificio en proceso de demolición

Lugar donde se encontraba el edificio de donde murieron

Lugar donde se encontraba la CVT (Canterbury Televison) en Madras Street en el que murieron 115 personas

El primer terremoto ocurrió el 4 de setiembre de 2010, fue un terremoto de 7,1 grados de magnitud y ocasionó pérdidas materiales. Lo peor llegó unos meses después, el 22 de febrero de 2011, un terremoto de 6,3 grados de magnitud causó grandes daños materiales y 185 muertos en total. Siendo, este segundo, de menor grado, razones como la localización geográfica, la condición del suelo, los picos de aceleración altos y la hora del terremoto contribuyeron a que entrara a formar parte de la segunda catástrofe más fuerte en la historia de Nueva Zelanda.

El terreno de la ciudad ha sufrido grandes cambios producto del terremoto y la licuefacción

El terreno de la ciudad ha sufrido grandes cambios producto del terremoto y la licuefacción

Muchas de las áreas devastadas se han convertido en grandes parkings de pago. Otras zonas ya limpias se alquilan o se venden y otras todavía con edificios medio en ruinas esperan para ser derrocadas totalmente. El centro de la ciudad está siendo rehabilitado por la Unidad de Desarrollo central de Christchurch perteneciente a la Autoridad de recuperación del terremoto de Canterbury (CCDU).

Terrenos que se ofertan para alquilar

Alquiler de terrenos y parkings por toda  la ciudad

Peluquería en Gloucester Street

Peluquería en Gloucester Street

Mientras, algunos de los terrenos los ocupan proyectos comunitarios como “Gap Filler”, surgido como respuesta del primer terremoto del 2010. La intención de este grupo es convertir estos huecos de la ciudad en lugares creativos, dinámicos y llenarlos de energía y vitalidad. Paseando por las calles me topo con uno de estos proyectos, este es el “Pallet Pavilion”, un edificio que acoge eventos de todo tipo, construido a base de pallets pintados de color azul y decorado con flores y plantas. Justamente, esta semana, es uno de los escenarios del “World Buskers Festival”. Está a punto de empezar el siguiente show pero Cora, una mujer de 45 años y voluntaria de Gap Filler tiene un momento para  explicarme como de triste ha sido para la ciudad esta catástrofe  y cómo fue aquel momento hace ya casi 2 años. “Eran las 12.51 de la mañana, estaba trabajando y lo primero que hice fue ponerme bajo la mesa. Me acuerdo como si fuera ayer, aquí enfrente estaba la zona comercial con restaurantes, mucha gente tuvo que huir y los restaurantes se convirtieron durante los siguientes días en lugares de comida podrida”. Los ojos de Cora revelan una gran tristeza por ese suceso, pero  las ganas de luchar y seguir adelante con proyectos como el Gap Filler le llenan de alegría. “Aquí donde está el Pallet Pavillion estaba el Hotel Crowne Plaza, que fue demolido el año pasado. Este edificio de aquí en frente todavía lo tienen que tirar, imagino que lo harán durante la próxima semana. En las paredes todavía se puede observar restos del líquido producto de la licuefacción. Afortunadamente proyectos como este nos animan a seguir adelante”. Le comento a Cora que durante mi paseo he observado muchas casas abandonadas y le pregunto si mucha gente abandonó la ciudad después del terremoto, me  responde: “la realidad es que se ha ido mucha gente, es difícil decir una cifra, dicen que en las últimas votaciones que hubo después del terremoto la participación fue de 10.000 personas menos, pero hay que tener en cuenta todas las nuevas personas que han venido, muchos constructores, carpinteros, demoledores, y oficios derivados de las demoliciones han venido a Christchurch a trabajar”.

Entrada del Pallet Pavillion

Entrada del Pallet Pavillion

Casa en Peterborough Street

Casa abandonada en Peterborough Street

Casa abandonada en Madras Street

Casa abandonada en Madras Street

Nada más lejos de la realidad. Paseando por un parque dónde una comunidad cristiana reparte comida gratuita me topo con un hombre maorí que se acerca invitándome a comer, “¡Es gratis! Cada viernes hay comida gratis, no tenías que ir al súper…” –“Si lo hubiera sabido antes…” le contesto. Me comenta que no es de Christchurch, “soy de Hastings, en la isla norte, vine hace un año a trabajar para demoler edificios, hay mucho trabajo aquí”. Con una sonrisa de oreja a oreja me pregunta mi nombre y me dice “yo soy Gareth, encantado de conocerte Marta”. De vuelta al hostel también conozco a Paul, un chico de Gales de 25 años que vino hace 3 semanas a trabajar de carpintero, “en Gales tenía mi empresa propia pero la tuve que vender, también vendí mi casa y me vine para aquí. Ahora yo no soy el jefe, algo que me incomoda, pero en Christchurch gano mucho dinero”. Jannick, un alemán que vive en el hostel, también fue a parar a esta ciudad llena de ruinas para  trabajar como peón, su visado de trabajo le permite pasar un año en Nueva Zelanda.

Edificio que albergaba el Hostel YHA de central Christchurch

Edificio que albergaba el Hostel YHA de central Christchurch

Más allá de las reconstrucciones la ciudad acoge más propuestas para aportar color y ganas de vivir, la iniciativa  Re-Start, emprendida por los comerciantes de la ciudad, es un proyecto que ha dotado la zona del Cashell Mall de color y optimismo. Un centro de compras fabricado con contenedores multicolor.  Además el  Quake Appeal, entidad que colabora con Re-Start,  es también una idea lanzada por el Primer Ministro John Key el 27 de febrero de 2011 para recaudar fondos con los damnificados del terremoto.

Uno de los espacios donde pronto se instalará uno de los proyectos de Gap Filler

Uno de los espacios donde pronto se instalará uno de los proyectos de Gap Filler

Pasos de seguridad entre las calles

Pasos de seguridad entre las calles

Dejo Christchurch atrás con la esperanza que cuando vuelva de nuevo pueda ver relucir sus calles y sus edificios. La energía de los ciudadanos definitivamente marca el nuevo rumbo de la ciudad de Canterbury.

Zona de Charme Mall precintada

Zona de Cashell Mall precintada

Gloucester Street

Gloucester Street

Proceso de redificación

Proceso de redificación

La mayoría de las iglesias se tuvieron que demoler

La mayoría de las iglesias se tuvieron que demoler

Christchurch acogió el durante

Christchurch acogió el World Buskers Festival del 17 al 27 de enero

Re-Start Point fabricado a base de contenedores de colores

Re-Start Point fabricado a base de contenedores de colores

Deseos de volver a relucir

Deseos de volver a relucir

2 comentarios en “El renacer de una ciudad

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