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Los maorís hoy

¿Qué idea se tiene fuera de Nueva Zelanda sobre la cultura maorí? ¿Cómo viven? ¿Preservan su cultura? ¿Se relacionan con los neozelandeses de procedencia europea?

Antes de llegar a este país tenía una idea preconcebida, errónea, sobre los maoríes. Creía que a pesar de las diferencias del pasado con los europeos habían llegado a estrechar lazos y compartían el día a día. También creía que aunque convivieran con la cultura europea preservaban, en general, sus tradiciones, la cultura y la lengua. Pero la realidad no es esta.

Es mucho más complicada que decir están integrados o no. No es negro o blanco, con los maorís, cuando indagas un poco encuentras multitud de matices. La situación de esta parte de la población no es la mejor, tampoco es comparable con la triste realidad de los vecinos aborígenes australianos, por eso he querido darles voz y presentar una pequeña visión de lo que pasa en Nueva Zelanda.

El total de la población de Nueva Zelanda es de 4.441.300 habitantes. De estos, el 15,4% son maorís. Con la llegada de los europeos a partir de finales del siglo XIX, la población maorí empezó a disminuir a favor de la población pakeha (gente blanca), con ello sus derechos, su cultura, su lengua, sus tierras…también desaparecieron.

Estas diferencias que hubo en el pasado podrían explicar algunos de los porqués del presente.

Según el Departamento del gobierno “Statistics New Zealand Tatauranga Aotearoa”  un 25% del paro total (marzo 2012) corresponde a los maorís, esto significa una cifra altísima si recordamos que solo un 15% de la población de Nueva Zelanda es maorí. Así, el paro maorí representa un 14,6%, tres veces más que el desempleo Pakeha, de un 4,5%. La situación para los jóvenes maorís no es tampoco muy alentadora, un 25,4% de jóvenes maorís entre 18 y 24 años están en el paro. En marzo del año pasado la cifra total de ayudas para maorís fue del 33.2%.

Estas son algunas de las cifras que representan la situación actual. Aun así he podido sacar más conclusiones después de hablar con varios pakehas y maorís.

Baile maorí en la marae de Waiheke el pasado 6 de febrero, Treaty of Waitangi Day

Baile maorí en la marae de Waiheke el pasado 6 de febrero, Treaty of Waitangi Day

Empecé por contactar con gente maorí para pasar una semana conviviendo. Te Miringa fue la protagonista de la historia. Te Miringa vive en Kaikohe, una población de Northland, en la isla Norte. Su vecindario está a unos 5 km del pueblo y todos los que ahí viven son maorís. Te Miringa es maorí pero no habla maorí. Sabe algunas palabras pero en casa con su familia habla inglés. Es una familia bien integrada en la sociedad occidental y con algunas tradiciones maorís. A la hora de la cena William, el nieto, recita la  karakia, una oración maorí.  Pertenecen a la tribu Ngāi Tāhuhu. Cuando los maorís se presentan lo primero que dicen no es su nombre sino cuál es su montaña, su río, su lago…es por eso que cada tribu tiene sus propios elementos naturales. También poseen un lugar de reunión, la marae, donde tienen lugar las ceremonias importantes. No se puede acceder a una marae si no se ha sido previamente invitado por algún miembro de ella. Existen las maraes turísticas, sobre todo en la isla Norte, pero no es exactamente la realidad. La familia de Te Miringa no es precisamente los maorís que se sienten orgullosos de serlo ni tienen interés en enseñarme su cultura.

Parece que Te Miringa no está por la labor de preservar las costumbres y la cultura de sus ancestros. Los propios miembros de la familia no están interesados en aprender maorí, los niños solo hablan inglés. Los vecinos que me encuentro por la calle tampoco hablan la lengua. De hecho en Nueva Zelanda tampoco existe ningún movimiento fuerte y popular que defienda la cultura maorí.

 Pero esto es solamente una primera impresión. La siguiente entrevista la tengo con Craig, un chico de 35 años que lleva toda la vida tratando con maorís, su familia ha dado trabajo durante años a centenares de maorís en las plantaciones de boysenberries.  Para él hay diferentes tipos de maorís, los clasifica en tres grandes grupos: ricos, pobres y los que están realmente preocupados por su cultura y la defienden. Afirma que las 2 culturas conviven pacíficamente pero el interés de los europeos por la cultura maorí es mayoritariamente nulo. El hecho de que mucho de los maorís estén en situación de riesgo social complica la imagen que tienen los pakehas en relación a los maorís. La imagen que la mayoría de maorís de clase baja se han ganado es de trabajar poco, tomarse días libres por cualquier motivo, no importarles tanto el trabajar como estar con los amigos y la familia…

Craig resalta que durante la recogida de boysenberries nunca sabe quién va a ir a trabajar al día siguiente. Dado que el contrato de trabajo es por cajas recogidas a lo largo del día en lugar de por horas no hay control de los que van a diario a trabajar. “No puedo entender la irresponsabilidad de algunos de los maorís que trabajan para mí. Para poner un ejemplo, se toman 5 o 6 días libres cuando se les muere un familiar cercano, no importa que en el trabajo falten, todos lo hacen.” Para Craig no es una cuestión totalmente cultural, sino también socioeconómica. “Tengo amigos maorís, mi mejor amigo es maorí pero no tiene nada que ver con los que vienen a recoger fruta. Mi amigo pertenece a una clase media alta y siempre se ha rodeado de pakehas, en realidad no es una persona que preserva la cultura de sus ancestros”. Por otra parte también tiene una amiga y vecina maorí y me cuenta que ella definitivamente está muy interesada en conservar su cultura. Será interesante hablar con ella. Su nombre es Hinei- Haea y vive en una urbanización de Whakatane.

Nada más llegar a casa de Hinei-Haea me quedo anonadada, vive con su marido y sus hijos en una inmensa casa delante del mar, rodeada por campo, pocas casas más se han construido a su alrededor. Ella, sorprendentemente es blanca, no tiene rasgos maorís, pero el 50% de su sangre proviene de maorís. La casa es moderna y decorada con muchos motivos de la cultura: cuadros, esculturas de madera, objetos de decoración…

Me invita a una copa de vino blanco y empezamos a charlar. Para Hinei-Haea la situación  actual es complicada. Según ella, la primera razón por la que los maorís y los pakehas no se mezclan socialmente es por un problema histórico, “cuando llegaron los ingleses hubo un mal entendido. Hay mucho enfado por todo los que se les quitó, toda la cultura desapareció de la noche a la mañana.” Se lamenta. Y opina “cuando un grupo está en minoría es difícil preservarlo y más todavía si hay otro grupo mayoritario que lo quiere suprimir.” Por otro lado, una segunda razón de la actual situación de segregación es un problema socioeconómico, “a principios del siglo XX los blancos contaban con muchas ayudas del gobierno, mientras que los maorís no recibían nada, eran considerados ciudadanos de segunda…” comenta Hinei-Haea.

Lo que me resulta extraño es que no haya movimientos fuertes a favor de la cultura maorí y tengo la sensación que no se quiere preservar, así que le pregunto cuál es su opinión. Ella me dice que si se quiere conservar, “es por eso que hay bandas como los Black Power o los Nomads, porque quieren defender la cultura maorí”.

Por supuesto el tema del Tratado de Waitangi sale durante esta conversación. Hinei-Haea me cuenta que no fue nada justo para los maorís. En el tratado se incluían nuevas palabras para los maoríes que no significaban lo que les habían dicho. En la versión maorí se decía que los maoríes seguían en posesión de la tierra  mientras que en la versión inglesa  se les daba soberanía a los ingleses sobre Nueva Zelanda.  Para llegar a vivir en una sociedad igualitaria Hinei-Haea cree que el gobierno debería hacer más esfuerzos. “Actualmente lo toma en consideración en una pequeña parte. El Gobierno está devolviendo algunas tierras que fueron de los maorís, pero todavía tiene mucho que devolver.” Además cree que la educación es una cuestión primordial “en los colegios se debería reforzar el biculturalismo a favor de la cultura maorí”.

Hongi, tradicional saludo maorí

Hongi, tradicional saludo maorí

Unos días más tarde tengo la oportunidad de hablar con un hombre maorí que trabaja como yo en la recogida de boysenberries, su nombre es Maui Kahukuranui. Le pregunto si le gustaría recuperar las tierras que anteriormente fueron de los maorís, pero él cree que en realidad la tierra no pertenece a nadie, solamente a quien la creó, “me gustaría que me devolvieran lo que nos robaron: el aliento, la respiración…” aclara. Me cuenta que en el tratado de Waitangi no preguntaron a todos los maorís, y para él no todos los maorís son iguales, algunos han sido víctimas de los pakeha y rechazan su propia cultura.

Queda un largo camino para el buen entendimiento entre las dos culturas. No es un problema de etnias. El problema nace en el hecho de que las dos culturas, la pakeha y la maorí, son gente de Nueva Zelanda, Aotearoa es su principial fuente de identidad, es una tierra compartida por las dos culturas. Según Ranginui Walker, académico y escritor maorí, lo que se debería potenciar es la biculturalidad. Explica que los maorís son forzados a ser biculturales, la cultura pakeha es tan dominante que pueden vivir siendo monoculturales sin contacto o empatía por maoritanga (cultura maorí). “Los maorís han tenido que hacer un proceso hacia el biculturalismo. Han tenido que aprender habilidades para sobrevivir en un entorno urbano e industrial. Este hecho les hace más complejos y posiblemente gente más interesante que aquellos que son monoculturales. Los pakeha por otra parte, no han sido obligados a ser biculturales, han podido permanecer ignorando y siendo monoculturales.”

A muchos pakeha les gusta decir que son una misma gente, tal como escribió el capitán Hobson en el Tratado de Waitangi “he iwi tahi tātou” “We’re now one people” (Ahora somos una gente) o también les gusta decir que viven en una sociedad multicultural formada por gente de las Islas del Pacífico, China, Grecia, Vietnam… donde ponen a los maorís en el mismo saco que a las otras nacionalidades,  pero según el profesor Hirini Moko esto solo es una cortina de humo para crear distancias en las relaciones entre pakehas y maorís.

La esperanza de que algún día exista un país bicultural nunca se pierde, pero mientras sigan existiendo sentimientos de superioridad de culturas el camino será muy largo…

Fuentes:

Statistics New Zealand Tatauranga Aotearoa  http://www.stats.govt.nz/

Maori, pakeha and democracy. Mulgan Richard. Oxford University Press 1989.